viernes, 14 de septiembre de 2007

Uno de esos días

5 de la mañana estoy cansado, siento que mi mente no da más a torcer, no me puedo concentrar, mañana tengo que trabajar, llevo al menos 22 horas trabajando, dando lo mejor de mi profesión para satisfacer a una exigente población, son cerca de 30.000; no creo que los conozca a todos pero todos ellos me conocen, saben que yo estoy de "TURNO":

lo único que espero es que no venga nadie más, me paro en el dintel de mi puerta ya que nuevamente, aunque me acosté hace 7 minutos, me llamaron, tengo que levantarme, vestirme, acudir al centro por el cual estoy contratado, ver a la persona, y decirle, sabe que esto no es en realidad algo urgente, usted podría haber esperado que fuera horario normal.





Ellos no nos entienden, no saben que es lo que tienen, creen que, aunque no pagan sus cotizaciones tenemos la olbigación de estar prestando un servicio siempre y a cada minuto que se les plazca, lentamente empieza a ocurrir un fenómemo conocido como burn out, pero no creo que sea eso, simplemente es que uno cree saber que es lo que quiere en la vida y cuando trabaja simplemente se da cuenta de que esa realidad no es así.





Continúo pensando que es lo que me trajo hasta aquí, no lo recuerdo miro al horizonte y veo un hermoso paisaje, miro hacia atrás ahí estan las dos dormidas, felices, abrigadas, llenas de sueños y esperanzas, pienso que lo que hago lo hago por ellas, pero no es así, por cuando decidí estar en esta profesión no las conocía, ni a ella, la madre ni a la hija, un producto biológico desconocido por mí hasta hace un tiempo, increíble, ahora la miro y me siento mejor, será eso lo que se conoce como amor, no lo sé realmente.





Me siento en mi auto, semicongelado, estamos en un paralelo que no conozco pero si sé que es lejos, muy lejos de lo que conocemos como civilización, espero que se pueda ver para manejar, siento una vibración, no me doy cuenta de que aún estoy somnoliento y no entiendo bien que es lo que pasa, contesto el celular, me dicen ¿va ha venir o no?, miro la hora ha pasado más de media hora desde que me llamaron, me apuro y acudo.





Me enfrento con un ser que esta enojado, hasta mi llegada, llegó yo y me miran con ojos de perdón, será mi posición, no lo sé, simplemente puede ser mi cara de agotamiento de estar 70 veces al año dispuesto a no dormir, a trabajar sin saber que es lo que va ha pasar.





Lo atiendo, no tiene nada importante, pero ya no me odia, por que sabe que estoy ahí, pero luego dirá "y me hizo esperar más de media hora", por el momento no me importa.





Me voy, son las 6:00 de la mañana, estoy reventado, me duelen los pies, los ojos, me raspa la garganta de tanto fumar, en ese día especial, en el que dicen que "estas de turno", nadie te entiende, no lo quieres pero sabes que tienes que hacerlo igual por que "es tu trabajo". Me dirijo a mi casa por una calle digna de Kosovo post guerra, horrible siento los forados de la tierra en mis amortiguadores, no me importa llego a la casa y me paro en el dintel de la puerta y recuerdo por que vine aquí a trabajar.