sábado, 15 de marzo de 2008

WE ARE SUDAMERICAN ROCKERS

Dos días después del evento de la semana, sólo me queda pensar en que a pesar de las diferencias de edad, el rock llegó hace años y no sólo se quedó, sino que es ampliamente nuestro, esta en nuestro ADN por así decirlo, no hablo de la música pop por que no la conozco en nada, el rock está en nuestras venas, probablemente pasó para aquellós que tienen menos de 35 años, incluso por un período de impringting intrauterino, o sea nuestros padres y madres lo escucharon cuando estabamos dentro del útero, veo como cada vez, a pesar de ser todos de distintos colegios, distintas cuidades, algunas muy lejanas incluso, todos coreamos a la vez ese maldito rock como dirían.
La invasión musical norteamericana (gringos) y europea, es de las pocas cosas respetables que tienen, han producidos músicos de los más grandes que han habido, desde el rey (Elvis), Jim Morrison, Jimmy y tantos otros hasta la actualidad, de los que no puedo sino destacar a Nine inch Nails NIN, Iron, Nirvana, Rage against the Machine, primus, pearl jam, Korn; uff no lo sé en realidad la lista es eterna.
Esta invasión que ha estado con nosotros, que la llevamos dentro, que nos educa, que nos ve crecer y nos transforma de niño a adolescente, de virgen a adicto, que hace que perdamos horas de nuestra vida intentando imitarlos; finalmente al cabo de varias generaciones ya, vemos como da su fruto; y me siento orgulloso, de haber estado el jueves rockeando con los amigos, nada de sentarse a comer a la mesa, nada de pajas, sólo rock hasta que se cortó la luz, lo cual probablemente impidió que se fuera a destruir alguna mesa o silla o que se yó; pero lo que más me gustó es que el rock era sudamericano, si los prisioneros dijeron que eramos sudamerican rockers en su momento, algo de razón tenían, como sacarme de la retina esa pelada de cable con machuca, los tres, los bunkers, animal, la polla, la poze, la renga, heroes del silencio, criminal, sepultura, la bersuit y la lista sigue; ahora es nuestro tiempo, nuestro momento de invadir las mentes con nuestra música, no la de la radio, la buena, para que la nueva generación que dejemos, pueda disfrutar de su sangre, su sed, su orgullo EL ROCK SUDAMERICANO y decirlo también, soy rockero, soy metalero y me gusta, lo disfruto y lo comparto.
Me dio ganas de tomarme una piscola, asi que me voy. chao.