El día que me vaya a la gran capital de este farandulero e irreconocible país, hecharé de menos muchas cosas de esta lejana tierra que me ha acogido, una de ellas será el Domingo, tengo personalmente varios tipos de domingo.
Domingo papi ricky, o sea sólos los dos nos entretenemos mientras la madre se encuentra trabajando en esa vorágine compúlsiva y absorvente llamada urgencia. Es un tipo de domingo que me gusta mucho, despierto temprano, la mudo, mientras se calienta la casa, nos quedamos en piyama hasta la hora de almuerzo de ella, la más pequeña de la familia, luego siesta, ella en su cuna yo en el sillon mirándo algún partido de futbol, usualmente llueve, en realidad siempre llueve.
Domingo de deporte, son escasos, ya que generalmente las máquinas están en pana, por ABC cuesta lograr salir con todos los amigos, es un domingo esperado, intenso y atrevido, también llueve, es entretenido y arriesgado, se pasa bien, no se sabe nada del futbol y uno llega con ansias de ver en las noticias los resultados de aquello que uno sabe que iba a pasar; pero si hubiera estado en la casa lo hubiera visto.
Domingo "deportivo", son muchos, usualmente estaba el de al lado que nos obligaba a ir a un asado infernalmente eterno, mientras cocinaba un manso pedazo de carne, a fuego lento, encendido por el habitual diario, esperabámos horas, primero la premier legue, luego el futbol español, luego el chileno y finalizaba el asado con el argentino, 9 a 10 horas después; pasaron entremedio el que habla fuerte y se fue, el más viejo y el de arriba, el que duerme siesta, todos agasajados por sendos vitores alcohólicos y carneos, finalmente una película Kancer arrendada a ese simpático personaje que como un traficante te regala el primer DVD de prision break a ver si caes en sus manos; modificándose fueron con el tiempo, gracias a la llegada de ellos los pequeños, los que no dejan dormir siesta a nadie, siempre requieren de atención y te llenan de felicidad.
Domingo de paseo, pocos, siempre buscando un barrito por ahí pa entretenerse, con almuerzo incluido fueron disminuyendo en el tiempo por la escasa capacidad de estar todos libres, sin turnos ni posturnos, ni hijos enfermos.
El último y más raro, es el domingo de finales, siempre en la casa club del futbol, sede oficial ya de 4 play off, 1 mundial, 1 copa américa, 4 libertadores y 4 sudamericanas, la escusa está ahí siempre, usualmente asisten varios poco habituales que son convocados por la espectativa de tomarse un par de copas viendo un buen partido, se hace comunión entre los unos y los otros, ya 4 años después son todos amigos y se huevean de lo lindo, es un domingo interesante, de intensas emociones, ellos los chunchos siempre buscando escusa y cambiando su camiseta en a medida que el marcador así lo indica, los otros los albos, siempre cancheros y patudos, los demás siempre buscando la forma de pescarlos a todos pal hue......; la comida escasea y no es raro tener que ir a media tarde a comprar lo que no se calculó, no importa, siempre esta Dn Juanito que en su taxi soluciona cualquier problema, lo importante es compartir, ya a las 9- 10 el futbol se va acabando y los contertulios ya en un estado más límbico debido a los productos refrescantes ingeridos durante la tarde se empiezan a retirar, me pregunto, si alguna vez estaremos los 7-8 nuevamente con esta disposición, aunque llueva, en realidad siempre llueve; pero esa es la gracia de vivir en un pueblo chico.
